¿Te has fijado muchas veces cómo cuando un chico entra a un grupo de chicas, ellas forman un grupo cerrado y es el chico el que parece que está intentando penetrar sus defensas?
Y aún cuando el chico ya lleva un rato hablando con ellas, sigue pareciendo que él es el extraño, el que está fuera del grupo intentando ganarse el que le incluyan. Para evitar esta situación tendremos que Posicionarnos en el Grupo
Cuando estas hablando con un grupo de chicas es importante que consideres tu situación física dentro del grupo. Se ve mucho la situación de las chicas de espaldas a la pared o a la barra y el chico encarándolas. Psicológicamente esto deja bien claro que eres tu el que tiene interés en hablar con ellas y ellas las que acceden o no a hacerlo contigo.
Cuando entréis a un grupo de chicas tenéis que intentar evitar esta situación: es importante que aparentar estar cómodos dentro del grupo, como si fuerais vosotros los que llegaron ahí primero, por así decirlo. Por ejemplo: si me voy a acercar a hablar con dos chicas que están en la barra lo que voy a intentar hacer es apoyarme en la barra y luego maniobrarlas en cuanto pueda para que se sitúen fuera mirando hacia mi.
A esta maniobra de posicionamiento en el grupo lo llamamos Posicionamiento. Esto es así, porque si con los vaivenes de la interacción hay algún punto de distensión donde lo natural seria que saliéramos de ahí, estar posicionado dentro del grupo nos permite quedarnos sin que resulte antinatural. Además produce una impresión psicológica mucho más favorable, tanto para todos los componentes del grupo como para para cualquier observador externo.
Otras situaciones de posicionamiento es cuando tu situación esta justificada por otro motivo que la propia interacción con el grupo. Tu y la chica pidiendo una copa en la barra: los dos estáis ahí esperando ser atendidos, o esperando en una cola. En estos casos es tu presencia la que esta justificada, pero no necesariamente que la encares. La manera en que orientas tu cuerpo hacia ella debe acompasar la situación, como cualquier otra muestra de interés.
Sentarse a la mesa con unas chicas puede ser un movimiento bastante atrevido, que puede tener una reacción fuerte al principio, pero si es aceptado entonces te permite anclarte al grupo de manera bastante solida. Si hay disposición del grupo es mejor utilizarla para mejorar la logística. Por ejemplo, si tenemos a una chica suficientemente interesada en nuestra presencia como para estar dispuesta a ser resituada, entonces debemos aprovechar esa oportunidad.
Resituar un grupo se puede lograr de varias maneras. Por ejemplo, haciendo que la conversación se centre en una persona o en otra hará que se vayan acercando y dejando espacio unas a otras. Si veis una chica que se queda un poco detrás y empieza a tirar de sus amigas hacia ella lo apropiado es que la conversación la incluya lo mas rápido posible para volver a colocarla de manera apropiada. Una vez que estamos anclados, como norma general no es necesario tener la atención de todo el mundo, a no ser que la cosa se deteriore mucho, la gente puede interaccionar entre ellos independientemente y que no se pierda tu situación de anclaje.
Para los que esten acostumbrados a entrar en grupos con rutinas de mucha energía esto es de vital importancia. No queremos depender de esta energía para mantener nuestra posición en el grupo. Es necesario cuanto antes anclarse y bajar la energía.
Así que ya sabéis, en cuanto podáis… ¡a clavar los codos en la barra y que no os muevan ni con grúa! 😛
Lost
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