Mirrored self-misidentification
Percepción es Realidad
Tengo un íntimo amigo que trabaja en el apasionante mundo del marketing. ¿Que no te parece un mundo apasionante?. Sigue leyendo y me lo dices luego.
El caso es que un día estuvimos manteniendo una conversación en la que él defendía una máxima de la publicidad: “Percepción es Realidad”. Yo, como buen cabeza cuadrada de formación científica, mantuve la postura de la existencia de una realidad objetiva más allá de la capacidad humana de percibir, interpretar y pensar, o al menos que esto es así hasta donde la mecánica cuántica nos permite llegar.
Él se descojonó un poco de mí y me dijo: “Vale tío, pero a efectos prácticos, en lo que se refiere a lo que hacen los seres humanos, a las decisiones que toman, a como viven… ¿vivimos de acuerdo a la existencia de esa realidad objetiva que está ahí fuera en alguna parte, o lo hacemos de acuerdo a nuestra realidad de acuerdo a como sentimos, pensamos, percibimos y creemos?.”
La respuesta es clara y contundente. La realidad a la que respondemos es aquella que percibimos. Si no fuera así hace décadas que los vendedores de coches habrían dejado de presentar sus últimos modelos con chicas espectaculares al lado, y se habrían dedicado únicamente a subrayar las mejoras técnicas.
Al poco tiempo de aquella conversación, otro amigo me invitó a una reunión en la que su empresa recibía a varias compañías de publicidad y marketing para seleccionar aquella que se encargaría del lanzamiento publicitario de una nueva gama de productos. Tras una presentación general de la gama y después de enseñarles como habían sido las campañas de más éxito de sus otros productos, les pasaban a los publicistas un borrador del “briefing” que tenían en mente, y les preguntaban cuál era su impresión a bote pronto y que orientación creían que habría que darle al tema.
Casi todos respondieron con ideas más o menos novedosas que suponían un cambio claro respecto a lo que hasta la fecha se había estado haciendo, y no importa lo poco novedosas que fueran esas ideas, la pregunta que venía a continuación era algo así cómo:
– “¿Quieren ustedes decir que, una empresa que es capaz de hacer tales y cuales productos, con tales y cuales características, y con tales y cuales ventajas respecto a la competencia, no va a ser capaz de saber cómo lanzar la campaña que mejor se adapte a dichos productos?.”
Y una tras otra las empresas de publicidad que intentaban hacerse con la campaña respondían algo así como:
– “No no por Dios, no queremos decir eso… lo que queremos es ayudarles a darle un nuevo enfoque para que ustedes puedan valorar cuál es la mejor opción en estos momentos…”.
Pero uno de los publicistas de una de esas empresas respondió:
– “Efectivamente, no importa lo bueno que sea su producto, no importan cuales sean sus maravillosas cualidades, ustedes no tienen ni idea de cual es la mejor manera de presentarlo a sus clientes potenciales, y nosotros sí. Si no es así, ¿para qué coño nos han llamado?”.
Su jefe se quedó pálido. Sus compañeros se quedaron pálidos. Los ejecutivos a ambos lados de la mesa se quedaron pálidos. Yo tuve que hacer un esfuerzo enorme para no descojonarme ante tamaño descaro y obviedad. Y el gerente de la empresa de mi amigo dijo:
– “Eso es precisamente lo que quería oír.”
Y les contrató.
Ese mediodía mientras comíamos me preguntaron mi opinión, y acordándome de la frase célebre de mi otro amigo les solté: “Percepción es Realidad. Y no importan para nada las características objetivas de sus productos si sus clientes no son capaces de percibir lo que dichos productos aportan a sus vidas.”
¿Y esto a cuento de qué viene respecto a la seducción?
Pues eso, que no importa cuales sean tus puntos fuertes desde un punto de vista objetivo, ya sea que eres un “guaperas mazao” o que tienes un coeficiente intelectual de 150, o que tengas tres carreras y dos coches deportivos, no importa nada de lo que me puedas contar en lo que destacas, si no es que eres capaz de hacer que las chicas te perciban como el tipo de hombre con el que les gusta estar.
¿Y cómo se hace eso?
Marketing mi amigo, ¡marketing!. ¡Tienes que aprender a venderte!
Y en “Éxito Social” te vamos a enseñar como “empaquetar y presentar” tu producto, que eres tú mismo, para que las féminas que hay en el mercado ansiosas de un producto exclusivo y excepcional, sean capaces de identificarte como el hombre de sus sueños y no tengan más remedio que intentar hacerse contigo.
¿Suena bien?
¡Pues mantente sintonizado en nuestro canal! 😉
Jimbo
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Hay tantas realidades como observadores…