A muchos nos gustaría directamente acercarnos a la mujer de nuestra vida y directamente hablar con ella, conocerla, conectar y quedar con ella para otro día. Pero si esperamos a que aparezca una mujer digna de ser la madre de nuestros hijos, que cumpla una lista de requisitos que parezca una carta a los reyes magos, pues lo más probable será que no lo hagamos bien con ella y pase de nosotros. Piénsalo: si ella es una chica realmente especial, podrá elegir entre un montón de chicos, y seguramente el que no tenga experiencia con chicas y lo haga mal no será el elegido…
Cuando ya tienes experiencia y sabes que enganchas con los grupos de chicas, y que simplemente por tu forma de ser creas atracción, entonces sí que deberías únicamente entrar a las chicas que te gusten mucho. Porque como norma general te integrarás en el grupo, proyectarás una imagen atractiva y alguna de las chicas se fijará en ti. En ese momento si tú no quieres nada con ella le estarás haciendo daño, y no sé vosotros pero al menos a mí no me gusta ir haciéndole daño a la gente. Es un marco mental muy negativo y se puede volver en tu contra.
Pero al principio, cuando no sabes mucho: ¡habla con todo el mundo! Habla con los chicos, habla con las chicas, habla con las guapas y con las feas, con las simpáticas y con las bordes, habla con los camareros y con las chicas que están repartiendo propaganda, habla con los conductores de autobús y con las abuelitas en el súper de tu barrio. La idea es tener la mayor cantidad de interacciones para soltarte, para aprender a ser lo más sociable posible.
Imagina que sólo te puedes ligar a una chica que te guste al año, por poner un ejemplo con números redondos: si entras a 5 grupos de chicas por noche, viernes y sábado, eso hacen 10 grupos por fin de semana, si salieses las 50 semanas del año serían 100 grupos de chicas. Te puedes ligar a 1 de cada 100. ¡Guau! Un 1% de probabilidades de éxito parece muy poco, ¿no? ¡Tienes que entrar a 100 para ligar con una! Cuánto esfuerzo, ¿merece la pena?
Pero ahora miradlo desde el otro punto de vista: yo si sé que la chica número 100 me va a decir que sí, ¡quiero hablar con las 99 anteriores cuanto antes! Para llegar lo antes posible a la que hace el número 100 y me va a decir que sí :D. Si vais con esta mentalidad, no estaréis pensando que son 99 rechazos, sino que son 99 pasos antes del sí. Lo más seguro es que encontréis a una chica que os guste, y que a ella le gustéis vosotros, mucho antes de la número 100. Sobre todo si váis con una mentalidad abierta y flexible para ir corrigiendo las cosas que hacéis mal, porque cada interacción supondrá un avance: la décima vez lo haréis mucho mejor que la primera, y la centésima vez lo haréis muchísimo mejor que la décima.
Igualmente el pillar teléfonos es un juego de números. Si un finde pillas un teléfono y cuando llamas la chica no te lo coje (plantón telefónico) te quedas un poco aplatanado :(. Pero si coges varios teléfonos, por ejemplo cuatro en un fin de semana, si una no te responde no pasa nada: llamas a la siguiente chica y ya está. Así le pierdes el miedo a llamar por teléfono igual que se lo acabas perdiendo a entrar a las chicas.
Poco a poco iréis solidificando vuestro juego, y os integraréis en los grupos de chicas. En ese momento ya no tenéis que entrar a tantos grupos. De hecho no váis a entrar a tantos grupos porque como engancháis y os quedáis con ellas mucho más rato, al final pasáis la noche con sólo un grupo de chicas o con dos a lo sumo, pero eso sí, creando una conexión mucho más profunda. De hecho cuando la gente normal liga, lo que sucede es esto mismo: conocen a unas chicas, pasan un buen rato juntos, charlan todos con todos, se ríen mucho y luego hacen planes para otro día, que suelen ser sólidos y sin plantón. Ahí ya deja de ser un juego de números y se convierte simplemente en ser sociable.
Pero mientras os estáis quitando las legañas, haced como el chino 🙂
Lobo Feroz
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